ACTIVIDAD ERUPTIVA DEL VOLCÁN TURRIALBA DEL 28 DE OCTUBRE AL 3 DE NOVIEMBRE DE 2014
INFORME DE CAMPO: ACTIVIDAD ERUPTIVA DEL VOLCÁN
TURRIALBA DEL 28 DE OCTUBRE AL 3 DE NOVIEMBRE DE 2014.
Gino González, Raúl Mora-Amador, Carlos Ramírez
Umaña &
Yemerith Alpízar Segura.
Inicio de erupciones freáticas
En las últimas dos décadas, las
fumarolas del volcán Turrialba se han mantenido a una temperatura de ~90 °C. En
junio del 2005, la actividad fumarólica y la temperatura aumentaron
considerablemente, provocando la muerte de vegetación en la ladera Oeste del
volcán y en los años siguientes, se mantuvo una tendencia al aumento en la
actividad (Mora et al., 2004; Vaselli et al., 2009; Hilton et al., 2010;
González et al., 2014).
El 5 de enero del 2010, luego de 143
años sin tener algún tipo de actividad eruptiva, el volcán Turrialba inicia un
periodo de erupciones freáticas, la cual genera una boca intracratérica, que se
le llama Boquete 1-2010. La ceniza llegó hasta Aserrí, a ~40 km de distancia
del volcán, cubriendo un área aproximada de 500 km2 (Soto et al., 2010;
González et al., 2014).
El 11 de enero del 2012, se observó un
extraordinario flujo de azufre activo tipo pāhoehoe, previo a la erupción freática del 12 de
enero, que tuvo lugar en la pared externa E del cráterSW, formando otra boca que se le llama
Boquete 1-2012. El 21 de mayo del 2013, el volcán Turrialba vuelve a generar
una erupción freática, con salida en ambos boquetes, lo que demuestra un origen
común de presión y a su vez conexión de las fisuras del volcán (fig. 1).
Fig. 1 Salida de ceniza generada por la erupción del 21 de mayo del 2013. Fotografía de Marvin Picado. |
Crónica
de trabajo
El miércoles 29 de octubre del 2014,
vulcanólogos de la Red Sismológica Nacional realizaron una visita rutinaria a
la cima del volcán Turrialba, se realizaron mediciones en el boquete del 2010 y
del 2012. En este último se logró medir hasta 725 °C (un incremento de 200 °C,
según nuestras últimas mediciones de los meses anteriores). El boquete del 2010
registró temperaturas alrededor de los 500 °C.
Además, en dicha visita se pudo
comprobar una fuerte actividad exhalativa acompañada de salida de polvo de
ceniza y aerosoles oscuros del Boquete 1-2012. Posteriormente, en el
Laboratorio de Sismología de la Escuela Centroamericana de Geología, se
constató la presencia de un tremor en los sismogramas de la estación Volcán
Turrialba. Al notar estos cambios tan importantes se tomó la decisión de
regresar al día siguiente. Se informó a la Comisión Nacional de Emergencias vía
correo electrónico sobre el cambio en la actividad. A eso de las 11:40 p.m.,
medios de la prensa se comunican con nuestros vulcanólogos, y relatan que se
había escuchado una explosión muy grande en la cima del volcán. Las familias de
la zona al escuchar los retumbos y observar caída de ceniza, además de un
resplandor rojo en la cima, deciden bajar a pueblos más alejados del volcán.
El equipo de la Red Sismológica Nacional
llegó a la localidad de La Central a eso de la 1:30 a.m. del jueves. Se pudo
constatar la intensa caída de ceniza en el sitio, que obligó a utilizar las
escobillas del vehículo, además, de molestias en los ojos. Luego de observar la
señal sísmica y recibir información de primera mano del sismólogo volcánico Dr.
Mauricio Mora, se tomó la decisión de subir al cráter activo. A las 4 a.m. se
ingresa al mirador del volcán Turrialba y se iniciaron las mediciones con las
cámaras térmicas. Esta labor se vio suspendida por una fuerte explosión en el
cráter Suroeste. Esta explosión se relaciona con una típica explosión
estromboliana. Se percibió inicialmente
un fuerte sonido de explosión y se observó poco a poco como se levantaba una
columna de rocas incandescentes al rojo vivo, que se golpeaban entre sí y caían
dentro y cerca del cráter. A los pocos segundos, aumentó el tamaño de la
columna de material incandescente, hasta unos 150 metros, al igual que el
sonido del choque de las rocas. En ese momento comenzaron a volar estas rocas
al cráter Central de manera dirigida e inclusive algunas de ellas, fueron
expulsadas con dirección hacia el mirador. Esta actividad tan intensa nos
obligó a bajar inmediatamente a La Central. Esta actividad la pudimos grabar
con la cámara térmica FLIR T440 (fig. 2).
Horas después se realizó un nuevo
ascenso en horas de la mañana. En esta nueva inspección se pudo comprobar que
la pared interna del cráter activo, en donde se ubica el pequeño cráter del
2012, había desaparecido en un 50%. Además, se escucharon fuertes explosiones y
salida de ceniza desde el interior del cráter activo (Fig. 3).
Fig. 3. Un antes y un después del cráter activo del volcán Turrialba. Fotografías por Yemerith Alpizar y Raúl Mora-Amador. |
No observamos ninguna otra actividad
similar a la de las 4:00 a.m. durante ese día. Sin embargo, consideramos que
esos procesos se han dado repetidas veces en los últimos días en el cráter
activo, especialmente en la primera noche cuando los pobladores mencionaron en
repetidas veces ver “fuego” o “llamas” en la cima.
Hipótesis de lo observado
La etapa inicialmente es una actividad
de desgasificación de los Boquetes 2010 y 2012, la cual se mantuvo por varios
meses, con aporte de gases de origen magmáticos-hidrotermales (fig. 4a). Ocurre
un incremento de presión, posiblemente por los gases magmáticos que llegan a
romper el techo de la cámara magmática, también llamado carapacho o
caparazón. Se da el ascenso del magma por descompresión del sistema, el
cual posee una actividad eruptiva freática inicial, acompañado por pequeñas
cantidades de magma. Dicha explosión hace que una de las paredes del cráter
colapse y se destruya en gran parte, enviando gran material al sector Noreste,
junto con bloques y algunas bombas (fig. 4b).
La posible explosión estromboliana, se da
por un nuevo ascenso del magma desgasificado que se levanta cientos de metros,
con explosiones internas de las rocas, que se desintegran entre sí y conforme
aumenta la tasa de magma, la columna de material aumenta y comienza a enviar
bombas de manera dirigida hasta los bordes del cráter Central. Asimismo, hay
aporte de bloques de las paredes y el conducto, que llegan hasta el fondo del
cráter Central (fig.4c).
¿Magma?
Nuestro modelo de la explosión se resume
en la figura 4. Estamos seguros que la explosión se dio en el interior del
cráter activo generando que el material expelido, golpeara la pared interna del
cráter activo y la destruyera en un 50%. Es posible que esta erupción inicial
haya sido una erupción freática, con algún pequeño porcentaje de magma. Desde
hace más de 8 años conocemos que la pared en cuestión se encuentra
completamente hidrotermalizada y débil. Posteriormente a esta actividad, se han
dado repetidas explosiones en el interior del cráter activo, entre esas la que
apreciamos el 30 de octubre del 2014 a las 4 a.m. de tipo estromboliano.
El material que salió de la pared
interna del cráter colapsado, está compuesto por arcillas muy finas, bloques
muy alterados y corresponden con depósitos de tefras de erupciones antiguas. Es
por esta razón que la mayoría de los materiales que se toman en el campo,
corresponde con material no juvenil. El material fundido que observamos en la
madrugada del 30 de octubre, en su mayoría rocas de varios metros, cayeron y se
ubicaron dentro del cráter activo y algunos otros entre el cráter activo y el
cráter Central.
Estos materiales actualmente se
encuentran tapados por la ceniza que ha continuado cayendo sin cesar. En
inspección de campo, se intentó recuperar este material pero ha sido imposible
por lo difícil del acceso y además por el nivel de peligrosidad que se mantiene
en este momento.
El viernes 31 de octubre alrededor de
las 3:00 p.m. el geólogo Julio Madrigal de la Comisión Nacional de Emergencias
graba un video del cráter activo donde se aprecia claramente el colapso de una
columna eruptiva que luego genera un pequeño flujo que cae en su mayoría dentro
del cráter activo y una pequeña parte se desplaza por la ladera externa (fig. 5).
Fig. 5. Secuencia fotográfica del colapso de la columna eruptiva y posterior formación de un flujo. |
El sábado 1 de octubre del 2014, se
visitó el cráter activo ya que se registraron en las estaciones sísmicas una
serie de posibles explosiones entre la noche del viernes y las 5:15 a.m. del
sábado. Se constató una nueva erupción, que en este caso fue dirigida hacia el
sector Este y Sur dentro del volcán, con distancias máximas de 700 m y
cubriendo un área aproximada de 93 000 m2, en un 80% con impactos. Los bloques
expulsados de mayor tamaño fueron de hasta 1, 5 m de diámetro y al momento de
caer al suelo, formaron cráteres de impacto, algunos de hasta 0,5 metros de
profundidad (fig. 6).
Fig. 6. Impactos de bloques decimétricos y sus cráteres de hasta 0,5 metros de profundidad. |
Caída de ceniza
Se han tenido reportes en diferentes
provincias del país con caída de ceniza. En las partes de la cima del volcán,
hay espesores máximos de 2,5 metros y una media de 25 cm. En las zonas
periféricas como La Picada y La Silvia, hay espesores de hasta 30 cm. En La
Central los espesores eran menores a los 5 cm. Debido a la dirección
preferencial de los vientos, la cual es hacia el Oeste y Suroeste, algunos
poblados de los cantones de Oreamuno y Alvarado se han visto afectados,
principalmente la parte agrícola y ganadera. Asimismo, por esta dirección de
los vientos, ha podido caer ceniza en Coronado, Montes de Oca, Curridabat,
Heredia, Alajuela e inclusive Puriscal.Con base en distintos reportes,
calculamos un área de cobertura de unos 1 000 km2. Para modo de comparación, el
área cubierta por la erupción de 1864-1866 y de 2010 fue de 3400 km2 y 500 km2 respectivamente
(González et al. 2014; fig. 7).
Fig. 7. Mapa comparativo de reportes de caída de ceniza de las erupciones de 1864-1866, 2010 y octubre del 2014. |
Conclusiones
1) El 29 de octubre del 2014 en visita
de rutina se constató en el campo un aumento en la actividad del volcán
Turrialba: aumento de temperatura, liberación de polvo de ceniza y aerosoles en
el boquete del 2012. Todo acompañado con una señal sísmica de tremor.
2) El 29 de octubre del 2014 a las 11:40
p.m., con una fuerte explosión que logró desaparecer el 50% de la pared interna
del cráter activo se inicia la actividad eruptiva más importante del volcán
Turrialba desde hace 148 años.
3) El material que se liberó de la
destrucción de esa pared, corresponde en su mayoría a ceniza y polvo de ceniza,
hidrotermalizada que no es material juvenil. La gran mayoría de material,
expelido hasta el momento por el volcán corresponde con material antiguo.
4) El jueves a las 4 a.m. se presenció
una erupción tipo estromboliano, con salida de material incandescente. Dicho
material se encuentra en su mayoría dentro del cráter activo y entre lo que
queda de la pared interna del cráter activo y el cráter central.
5) El material que se observó salir en
dicha explosión no ha podido ser recuperado debido a las condiciones que se
encuentra el volcán. La recuperación de dichas muestras debe ser prioridad en
cuanto las condiciones sean más seguras. Algunas rocas observadas a distancia.
6) Posteriormente se han observado
eventos no freáticos relacionados con colapsos de columnas eruptivas que luego
generan pequeños flujos dentro del cráter activo y cerca del cráter central.
7) La Red Sismológica Nacional
intensificará la vigilancia volcánica y sus incursiones a la zona del volcán
Turrialba.
Referencias
GONZÁLEZ, G., MORA-AMADOR, R., RAMÍREZ,
C., ROUWET, D., PICADO, C. & MORA, R. 2014: Actividad histórica y
evaluación de la amenaza del volcán Turrialba, Costa Rica.- Rev. Geol. Amér. Central (en prensa).
HILTON, D., RAMIREZ, C., MORA-AMADOR, R., FISHER, T., FÜRI, E., BARRY,
P. & SHAW, A., 2010: Monitoring of temporal and spatial variations in
fumarole helium and carbon dioxide characteristics at Poás and Turrialba
volcanoes, Costa Rica (2001-2009).- Geoch. Jour. 44: 431-440.
LA GACETA, 9 de octubre 1864, #287: El
volcán de Turrialba y sus cenizas
Etiquetas: 2014, ceniza, Erupción, Volcán Turrialba
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