miércoles, 19 de diciembre de 2018

Las posibles erupciones del volcán Arenal en 1915 y 1922


Las posibles erupciones del volcán Arenal en 1915 y 1922

Tomado de Soto, G.J., Alvarado, G.E. & Madrigal, L.A., 1996: Las posibles erupciones del Volcán Arenal en 1915 y 1922. – Boletín Observatorio Vulcanológico del Arenal, 6(11-12): 45-52, 1993, San José.


El volcán Arenal es mundialmente conocido por su actual periodo eruptivo por más de veinticinco años (por la fecha de publicación 1993), y por sus detallados estudios geológicos y vulcanológicos, en particular referente a su espesa secuencia de tefras eruptadas en los últimos 3000 años.

Así, previo al inicio de su nueva fase explosiva el 29 de julio de 1968, se ha hablado de un largo periodo de inactividad de más de 450 años (Melson y Sáenz, 1973) o de más de un siglo (Borgia et al., 1988).  Los informes periodísticos y en revistas de principios de siglo, sugieren que quizás el Arenal pudo tener un corto periodo eruptivo, ya sea en 1915 o en 1922, o en ambos.

Con base en las observaciones de campo sobre el pasado geológico del volcán, es posible que numerosos pequeños periodos eruptivos hayan sucedido entre los grandes eventos explosivos, quedando poco o nada de material documentable.

EL SUCESO DE 1915

Documentos

Don Ricardo Fernández Peralta, escribió en la Revista de Costa Rica (Fernández, 1920) sobre su intento de dar explicación a unas erupciones volcánicas observadas desde la cima del volcán Poas con rumbo hacia el noroeste:

"Eran las 8 de la mañana del 5 de febrero de 1915, hacía dos días nos hallábamos en la cima del Volcán Poas, el profesor don J. Fidel Tristán, el botánico don Otón Jiménez y yo, observando la gran actividad del volcán que se había iniciado el 8 de octubre de 1914 con una gran erupción de lodo; cuando súbitamente vi elevarse de un punto de la cordillera que se extiende al N.O., una columna al parecer de lodo y de vapor de agua.  Comprendí inmediatamente que se trataba de una erupción volcánica y así se lo manifesté a mis compañeros quienes conmigo se pusieron en observación, esperando que se repitiese el fenómeno.  No fue en vano, pues pocos minutos después de la observación que yo había hecho, vimos una gran columna negra en el mismo punto e igual a la anterior.  El fenómeno se repitió de nuevo, pero en vez de una columna fueron tres simultáneas; poco tiempo después la cordillera se nubló y no fue posible observar más.  Era lógico pensar en la existencia de un nuevo volcán en la región de Palmira, que por la naturaleza de sus erupciones debía semejarse al Volcán Poas."

El 22 de marzo de 1915 partió don Ricardo Fernández Peralta en compañía de otras dos personas y dos guías con rumbo a Palmira Sur, en donde ellos suponían que debía de localizarse el volcán.  Sin embargo, la exploración de varios días por dicha región (Toro Amarillo, volcán Viejo, Platanar, Porvenir, Aguas Zarcas y otros sitios aledaños) en busca del volcán activo, resultó infructuosa.  En su artículo, el Sr. Fernández Peralta concluye:

"Las erupciones que observamos desde el Volcán Poas el 5 de febrero, fueron producidas por el Volcán Rincón de la Vieja, como lo prueba el señor profesor don José Fidel Tristán en su interesante artículo publicado en el diario La Prensa Libre del 28 de abril de 1915, del cual tomo las siguientes líneas:

Hace algún tiempo se publicó en La Información que el señor don Ricardo Fernández Peralta y yo habíamos visto del cráter del Volcán Poas simultáneamente con una erupción bastante grande, otra en las lejanas serranías que se divisan hacia el N.W. del borde sur del mismo cráter.  Este fenómeno ocurrió a las 8 y 8 minutos de la mañana del 5 de febrero, habiéndose repetido el mismo fenómeno, sin erupción concomitante, dos veces.

Por ser bastante desconocida, desde el punto de vista geológico y orográfico todas las elevaciones que forman la terminación de la cordillera de Tilarán y por hablarse con insistencia desde hace mucho tiempo de volcanes activos Cacho Negro y La Vieja, el señor Fernández resolvió recorrer toda la región dudosa con el fin de obtener datos más precisos. Descubrió varios cráteres muy antiguos y en uno de ellos varias solfaratas ya apagadas, evidentemente de muy reciente formación, pero no descubrió ningún cráter activo. El fenómeno que vimos desde el Poas quedó, pues sin explicación. 

En mi carácter de Secretario del Centro de Estudios Sismológicos, dirigí una comunicación al señor Gobernador de la Provincia de Guanacaste, en la que le preguntaba el estado de los volcanes del norte.            El señor Gobernador tuvo la amabilidad de enviar el siguiente telegrama:

"Secretario del Centro de Estudios Sismológicos:

"El señor Atiliano de la O, manifiesta que a principios de febrero o a fines de enero últimos, cayó ceniza en el barrio de Quebrada Grande situado en la falda de la cordillera entre los volcanes Rincón de la Vieja y Orosí, pero nadie ha visto de dónde salió la erupción."
                                                                                                           F. Mayorga R., Gobernador.

La fecha de nuestra observación, el 5 de febrero, concuerda con la caída de ceniza en un punto situado entre el Volcán de la Vieja y Orosí.  El fenómeno, pues, debe referirse a alguno de estos dos volcanes y para dilucidar la cuestión, es indispensable recordar, aunque someramente, los datos que existen de aquellos volcanes.  Por los datos expuestos, me inclino a creer que las elevadas columnas obscuras que se vieron desde el Poas fueron erupciones del Rincón de la Vieja.”


Comentarios de Soto y Alvarado

Dada la seriedad científica y experiencia en la observación de fenómenos naturales por parte de los profesores Fernández y Tristán, resulta muy probable que ellos efectivamente hayan observado una erupción, pero ¿asociada con cuál volcán?  Aunque resulta muy probable que el volcán Rincón de la Vieja haya tenido un período de actividad en 1915, resulta imposible que ésta fuera observada desde el Poas. 

Por nuestra experiencia, podemos decir que los volcanes de la Cordillera de Guanacaste no son visibles desde la cima del Poas, y sólo en un excepcional día claro, y con una columna piroclástica de considerable altura proveniente del Rincón de la Vieja, ésta podría ser divisada desde allí.  Y en su artículo, don Ricardo Fernández es claro en puntualizar que "vi elevarse de un punto de la cordillera que se extiende al N.O.", y no vieron solamente la columna piroclástica y de gases aislada, sin punto de emisión. 

Por otro lado, del informe se desprende claramente que no se encontraron indicios de actividad eruptiva en la región de Palmira, y además ésta debió de haber sido reportada por los pobladores.  Por ejemplo, se excluye de que se tratase de actividad fumarólica intensa o explosiones freáticas en la zona geotérmica del Volcán Viejo, dado que Bajos del Toro ya estaba poblado en ese entonces y la expedición tampoco localizó indicio alguno.  En este sentido, tan sólo nos queda una posibilidad: que se tratase del volcán Arenal, el cual se puede ver perfectamente desde el mirador del Poas y alrededores, bajo condiciones climáticas óptimas.  Parte del cono pudo haber estado envuelto en nubes y tan sólo sobresalir la cima y la pluma eruptiva, lo cual es una situación normal en el Arenal.


EL SUCESO DE 1922

Documentos

Una serie de telegramas fueron dirigidos al Subdirector General de Telégrafos con copia al Prof. José Fidel Tristán entre los días 20 y 21 de octubre de 1922.

El día 20 se reporta desde Florencia: "Atemporalado y temblando con frecuencia y se ve como una erupcion (sic) del lado del cerro del Arenal por la cordillera al lado de la frontera de Nicaragua".

Para el día 21 un telegrama desde Buena Vista da más información al respecto: "Desde hace días he venido notando la existencia de un nuevo volcán en el Cerro del Arenal que queda hacia el Noroeste de este lugar, según fenómenos presenciados.  Gruesas columnas como de humo salen de la cúspide de dicho Cerro dando a veces un panorama imponente al espectador.  De Villa Quesada saldrá el Sr. Ricardo Quesada con compañeros a la exploración del sospechado volcán. Hay alarma".

Ese mismo día, en la tarde, aparece la primera noticia periodística al respecto:

La Noticia, periódico de la tarde. Primera plana, sábado 21 de octubre, 1922:

"Aparece un nuevo volcán, está en actividad"

"Esta tarde nos comunicaron de Alajuela que, en Arenales, S. Carlos, apareció esta mañana convertido en volcán un cerro.  El volcán ha hecho su debut estruendosamente, esto es, arrojando lava y retumbos foribundos, por lo que los vecinos de S. Carlos, están alarmados".

El Diario de Costa Rica del día 22 amplía la información substancialmente, del cual se extractan los siguientes párrafos:

"Entró en erupción el Cerro Arenal" y "Violentos temblores de dejan sentir en todo S. Carlos, el río del lugar arrastra aguas sulforosas y cae ceniza y arena sobre los pobladores".

"Ha aparecido un cono eruptivo en el Cerro del Arenal.  Violentos temblores se sienten en toda la región de S. Carlos, los vecinos de las poblaciones más póximas al Cerro están alarmados".

"El río Arenal que discurre al pie del Cerro de este nombre, ha tornado sus aguas obscuras, como las del río Sucio, y arrastra azufre cuyas emanaciones se sienten a larga distancia. De este lugar ha salido una comisión que encabeza el Sr. Ricardo Quesada.  También saldrán comisiones de otros lugares.  Informaré detalladamente lo que vaya acaeciendo".

"De Buena Vista, Aguas Zarcas, Florencia y Muelle de S. Carlos, avisan que el volcán arroja grandes columnas de humo, a su vez, comunican que, en la noche del viernes, entre las 20 y 22 horas, se desarrolló una serie de temblores, también sentidos aquí, observando, no sin extrañeza, que el Cerro del Arenal situado al N.O. de esas poblaciones, que es un elevado monte cónico y escarpado arroja grandes columnas de humo negro.  Esto viene ocurriendo desde hace cuatro días".

"Personas que llegan de caseríos próximos al volcán, dicen que está cayendo sobre esos poblados gran cantidad de ceniza y arena.  De noche las erupciones del volcán son imponentes, es un verdadero cosmorama. El Cerro del Arenal es un volcán apagado desde hace cien años y ahora abre nuevo cráter que está en ignición"

"La laguna situada al pie del Cerro Arenal se ha desbordado desde hace varios días.  El río Arenal nace en esta laguna.  Esta tiene ahora 12 km de longitud por 8 de anchura."

"Los vecinos próximos al Arenal dicen que desde hace quince días vieron las primeras erupciones volcánicas del Cerro.  Según ellos, nunca se había visto nada semejante de cuando en cuando levanta bocanadas de humo, unas veces en columna que eleva a gran altura, otras las esparce en la cúspide del mismo cerro, dando un bello espectáculo".

"Los principales temblores han ocurrido los días catorce, dieciséis y diecinueve.  El río S. Carlos estuvo crecidísimo del 10 al 14 arrastrando bananales y poniendo en cuidado a los moradores".

Y días después, como ampliación a las ya publicadas noticias periodísticas, aparece:

Diario de Costa Rica, Primera plana, miércoles 25 de octubre, 1922:

"El Cerro Arenal sigue en erupción, tembló el lunes en la noche"

"Sigue dando por las noches un espectáculo grandioso al lanzar grandes columnas de humo acompañadas de resplandores.  Avisan de Florencia y Buena Vista que en esos lugares tembló fuerte el lunes en la noche.  La comisión de Ricardo Aguilar no ha regresado".

Estas son las últimas noticias que aparecieron del fenómeno, pues no se encontró ninguna otra referencia en los diarios del país al respecto, ni ningún otro comentario o nota en los folios inéditos del Prof. José Fidel Tristán.


Comentarios de Soto y Alvarado

Las descripciones hablan por sí solas, más aún si se les compara con la actual fase eruptiva con lances de cenizas, incandescencia nocturna, temblores en ciertas épocas, y posibles lahares.  Desgraciadamente, nunca llegó a salir publicado el informe de la comisión investigadora, por lo que se carece de un comunicado de prensa directamente emanado por observadores ubicados al pie del volcán.


DISCUSION Y CONCLUSIONES

Hasta hace varios años hubiese resultado inconcebible el dar cabida a la idea de que el Arenal hubiera estado activo a principios de siglo, dada la ausencia de documentación y a la espesa vegetación que cubría su cráter cuspidal, a juzgar por las fotografías aéreas, narraciones de testigos y escritos.  La primera ascensión documentada al volcán Arenal fue el 24 de febrero de 1937 (Trejos, 1959), tan sólo 22 y 15 años después de la supuesta actividad de 1915 y 1922.  Sin embargo, nuestra experiencia a lo largo de más de diez años (era 1993, pero lo autores trabajaron en el área más de 20 años) en esta región de clima tropical lluvioso, nos indica que una vegetación boscosa espesa puede desarrollarse en diez años con árboles y arbustos de consideración (tabla 1), en particular sobre depósitos volcánicos inconsolidados (tefras) de composición intermedia, y menos rápidamente, pero aun así en forma sorprendente, sobre las recientes lavas en bloques (colonización de 16 nuevas especies en 25 años, con árboles de hasta 6 m de altura: cf. Vargas et al., 1993). 

Además, bajo las condiciones de pluviosidad a que es sometida esta zona del país, los depósitos de cenizas de algunos milímetros o aun centímetros de espesor, pueden ser barridos fácilmente en pocos días o semanas, de modo que los pocos restos que queden, son rápidamente mezclados con el suelo y se borra cualquier evidencia de erupción.  Carecemos de más elementos de juicio (v.gr.: fotografías, reportes orales de testigos de las erupciones, el informe de la comisión de 1922) para aseverar que dichas actividades eruptivas efectivamente ocurrieron, pero conforme nos hemos ido adentrando en el pasado eruptivo del Arenal, éste resulta ser cada vez más sorprendente y activo, que lo que se había supuesto en años anteriores.

En conclusión, podemos tomar como supuesta la erupción de febrero de 1915, y casi como un hecho la de octubre de 1922 en el Arenal, en vista de las testificaciones documentales a que nos hemos referido. Quedan, no obstante, sin respuesta las preguntas sobre las características eruptivas, magnitud y mecanismos, áreas afectadas, duración, y otros, aunque con gran probabilidad fueron de pequeña magnitud.  Esto nos conlleva a considerar el Arenal como un volcán mucho más activo en función del tiempo, de lo que hubiéramos supuesto hace un lustro, y a considerar la actividad biorregenerativa en esa zona, como de una alta velocidad.


AGRADECIMIENTOS

A don Oscar Tristán, hijo del insigne investigador don José Fidel Tristán, quien, al poner en nuestras manos material inédito y recolectado por su padre a principios de siglo, nos suplió algunos recortes de periódico casi inconseguibles y olvidados.  A Luis Madrigal (Oficina de Sismología y Vulcanología, ICE), quien nos ayudó en el trabajo de búsqueda en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional.


REFERENCIAS

Borgia, A., Poore, C., Carr, M.J., Melson, W.G. & Alvarado, G.E., 1988: Structural, stratigraphic, and petrologic aspects of the Arenal-Chato volcanic system, Costa Rica: Evolution of a young stratovolcanic complex.  Bull. Volcanol., 50:86-105.

Fernández, R., 1920: En busca de un nuevo volcán.  Revista de Costa Rica, I,(II):325-333.

Melson, W.G. & Sáenz, R., 1973: Volume, energy and cyclicity of eruptions of Arenal Volcano, Costa Rica.  Bull. Volcanol., 37-3:416-437.

Trejos, J.F., 1959: Geografía de Costa Rica.  Imprenta Universal, San José, 347 pp..

Vargas, G., Cortés, V. & Zúñiga, W., 1993: Evolución de la dinámica vegetal entre 1985 y 1993 sobre las lavas recientes (1968-92) y flujos piroclásticos (1968) del Volcán Arenal.  Bol. Obs. Vulc. Arenal, 5(9-10):31-51, 1992.


Etiquetas: , , , , ,