Las posibles erupciones del volcán Arenal en 1915 y 1922
Las
posibles erupciones del volcán Arenal en
1915 y 1922
Tomado de Soto,
G.J., Alvarado, G.E.
& Madrigal, L.A., 1996: Las posibles erupciones del Volcán Arenal en 1915 y
1922. – Boletín
Observatorio Vulcanológico del Arenal, 6(11-12): 45-52, 1993, San José.
El volcán
Arenal es mundialmente conocido por su actual periodo eruptivo por más de
veinticinco años (por la fecha de publicación 1993), y por sus detallados
estudios geológicos y vulcanológicos, en particular referente a su espesa
secuencia de tefras eruptadas en los últimos 3000 años.
Así, previo
al inicio de su nueva fase explosiva el 29 de julio de 1968, se ha hablado de
un largo periodo de inactividad de más de 450 años (Melson y Sáenz, 1973) o de
más de un siglo (Borgia et al., 1988).
Los informes periodísticos y en revistas de principios de siglo,
sugieren que quizás el Arenal pudo tener un corto periodo eruptivo, ya sea en
1915 o en 1922, o en ambos.
Con base en
las observaciones de campo sobre el pasado geológico del volcán, es posible que
numerosos pequeños periodos eruptivos hayan sucedido entre los grandes eventos
explosivos, quedando poco o nada de material documentable.
EL
SUCESO DE 1915
Documentos
Don Ricardo
Fernández Peralta, escribió en la Revista de Costa Rica (Fernández, 1920) sobre
su intento de dar explicación a unas erupciones volcánicas observadas desde la
cima del volcán Poas con rumbo hacia el noroeste:
"Eran
las 8 de la mañana del 5 de febrero de 1915, hacía dos días nos hallábamos en
la cima del Volcán Poas, el profesor don J. Fidel Tristán, el botánico don Otón
Jiménez y yo, observando la gran actividad del volcán que se había iniciado el
8 de octubre de 1914 con una gran erupción de lodo; cuando súbitamente vi
elevarse de un punto de la cordillera que se extiende al N.O., una columna al
parecer de lodo y de vapor de agua.
Comprendí inmediatamente que se trataba de una erupción volcánica y así
se lo manifesté a mis compañeros quienes conmigo se pusieron en observación,
esperando que se repitiese el fenómeno.
No fue en vano, pues pocos minutos después de la observación que yo
había hecho, vimos una gran columna negra en el mismo punto e igual a la
anterior. El fenómeno se repitió de
nuevo, pero en vez de una columna fueron tres simultáneas; poco tiempo después
la cordillera se nubló y no fue posible observar más. Era lógico pensar en la existencia de un
nuevo volcán en la región de Palmira, que por la naturaleza de sus erupciones
debía semejarse al Volcán Poas."
El 22 de
marzo de 1915 partió don Ricardo Fernández Peralta en compañía de otras dos
personas y dos guías con rumbo a Palmira Sur, en donde ellos suponían que debía
de localizarse el volcán. Sin embargo,
la exploración de varios días por dicha región (Toro Amarillo, volcán Viejo,
Platanar, Porvenir, Aguas Zarcas y otros sitios aledaños) en busca del volcán
activo, resultó infructuosa. En su
artículo, el Sr. Fernández Peralta concluye:
"Las
erupciones que observamos desde el Volcán Poas el 5 de febrero, fueron
producidas por el Volcán Rincón de la Vieja, como lo prueba el señor profesor
don José Fidel Tristán en su interesante artículo publicado en el diario La
Prensa Libre del 28 de abril de 1915, del cual tomo las siguientes líneas:
Hace
algún tiempo se publicó en La Información que el señor don Ricardo
Fernández Peralta y yo habíamos visto del cráter del Volcán Poas
simultáneamente con una erupción bastante grande, otra en las lejanas serranías
que se divisan hacia el N.W. del borde sur del mismo cráter. Este fenómeno ocurrió a las 8 y 8 minutos de
la mañana del 5 de febrero, habiéndose repetido el mismo fenómeno, sin erupción
concomitante, dos veces.
Por
ser bastante desconocida, desde el punto de vista geológico y orográfico todas
las elevaciones que forman la terminación de la cordillera de Tilarán y por
hablarse con insistencia desde hace mucho tiempo de volcanes activos Cacho
Negro y La Vieja, el señor Fernández resolvió recorrer toda la región dudosa
con el fin de obtener datos más precisos. Descubrió varios cráteres muy
antiguos y en uno de ellos varias solfaratas ya apagadas, evidentemente de muy
reciente formación, pero no descubrió ningún cráter activo. El fenómeno que
vimos desde el Poas quedó, pues sin explicación.
En
mi carácter de Secretario del Centro de Estudios Sismológicos, dirigí una
comunicación al señor Gobernador de la Provincia de Guanacaste, en la que le
preguntaba el estado de los volcanes del norte. El
señor Gobernador tuvo la amabilidad de enviar el siguiente telegrama:
"Secretario del Centro de Estudios
Sismológicos:
"El
señor Atiliano de la O, manifiesta que a principios de febrero o a fines de
enero últimos, cayó ceniza en el barrio de Quebrada Grande situado en la falda
de la cordillera entre los volcanes Rincón de la Vieja y Orosí, pero nadie ha
visto de dónde salió la erupción."
F.
Mayorga R., Gobernador.
La
fecha de nuestra observación, el 5 de febrero, concuerda con la caída de ceniza
en un punto situado entre el Volcán de la Vieja y Orosí. El fenómeno, pues, debe referirse a alguno de
estos dos volcanes y para dilucidar la cuestión, es indispensable recordar,
aunque someramente, los datos que existen de aquellos volcanes. Por los datos expuestos, me inclino a creer
que las elevadas columnas obscuras que se vieron desde el Poas fueron erupciones
del Rincón de la Vieja.”
Comentarios
de Soto y Alvarado
Dada la
seriedad científica y experiencia en la observación de fenómenos naturales por
parte de los profesores Fernández y Tristán, resulta muy probable que ellos
efectivamente hayan observado una erupción, pero ¿asociada con cuál volcán? Aunque resulta muy probable que el volcán
Rincón de la Vieja haya tenido un período de actividad en 1915, resulta
imposible que ésta fuera observada desde el Poas.
Por nuestra
experiencia, podemos decir que los volcanes de la Cordillera de Guanacaste no
son visibles desde la cima del Poas, y sólo en un excepcional día claro, y con
una columna piroclástica de considerable altura proveniente del Rincón de la
Vieja, ésta podría ser divisada desde allí.
Y en su artículo, don Ricardo Fernández es claro en puntualizar que
"vi elevarse de un punto de la
cordillera que se extiende al N.O.",
y no vieron solamente la columna piroclástica y de gases aislada, sin punto de
emisión.
Por otro
lado, del informe se desprende claramente que no se encontraron indicios de
actividad eruptiva en la región de Palmira, y además ésta debió de haber sido
reportada por los pobladores. Por
ejemplo, se excluye de que se tratase de actividad fumarólica intensa o explosiones
freáticas en la zona geotérmica del Volcán Viejo, dado que Bajos del Toro ya
estaba poblado en ese entonces y la expedición tampoco localizó indicio
alguno. En este sentido, tan sólo nos
queda una posibilidad: que se tratase del volcán Arenal, el cual se puede ver
perfectamente desde el mirador del Poas y alrededores, bajo condiciones
climáticas óptimas. Parte del cono pudo
haber estado envuelto en nubes y tan sólo sobresalir la cima y la pluma
eruptiva, lo cual es una situación normal en el Arenal.
EL
SUCESO DE 1922
Documentos
Una serie
de telegramas fueron dirigidos al Subdirector General de Telégrafos con copia
al Prof. José Fidel Tristán entre los días 20 y 21 de octubre de 1922.
El día 20
se reporta desde Florencia: "Atemporalado y temblando con frecuencia y se
ve como una erupcion (sic) del lado del cerro del Arenal por la cordillera al
lado de la frontera de Nicaragua".
Para el día
21 un telegrama desde Buena Vista da más información al respecto: "Desde
hace días he venido notando la existencia de un nuevo volcán en el Cerro del
Arenal que queda hacia el Noroeste de este lugar, según fenómenos
presenciados. Gruesas columnas como de
humo salen de la cúspide de dicho Cerro dando a veces un panorama imponente al
espectador. De Villa Quesada saldrá el
Sr. Ricardo Quesada con compañeros a la exploración del sospechado volcán. Hay
alarma".
Ese mismo
día, en la tarde, aparece la primera noticia periodística al respecto:
La Noticia, periódico de la tarde. Primera plana, sábado 21 de octubre, 1922:
"Aparece un nuevo
volcán, está en actividad"
"Esta tarde nos comunicaron de Alajuela que, en Arenales, S.
Carlos, apareció esta mañana convertido en volcán un cerro. El volcán ha hecho su debut estruendosamente,
esto es, arrojando lava y retumbos foribundos, por lo que los vecinos de S.
Carlos, están alarmados".
El Diario de Costa Rica del día 22 amplía la información
substancialmente, del cual se extractan los siguientes párrafos:
"Entró en erupción el Cerro Arenal" y "Violentos
temblores de dejan sentir en todo S. Carlos, el río del lugar arrastra aguas
sulforosas y cae ceniza y arena sobre los pobladores".
"Ha aparecido un cono eruptivo en el Cerro del Arenal. Violentos temblores se sienten en toda la
región de S. Carlos, los vecinos de las poblaciones más póximas al Cerro están
alarmados".
"El río Arenal que discurre al pie del Cerro de este nombre, ha
tornado sus aguas obscuras, como las del río Sucio, y arrastra azufre cuyas
emanaciones se sienten a larga distancia. De este lugar ha salido una comisión
que encabeza el Sr. Ricardo Quesada.
También saldrán comisiones de otros lugares. Informaré detalladamente lo que vaya
acaeciendo".
"De Buena Vista, Aguas Zarcas, Florencia y Muelle de S. Carlos,
avisan que el volcán arroja grandes columnas de humo, a su vez, comunican que,
en la noche del viernes, entre las 20 y 22 horas, se desarrolló una serie de
temblores, también sentidos aquí, observando, no sin extrañeza, que el Cerro
del Arenal situado al N.O. de esas poblaciones, que es un elevado monte cónico
y escarpado arroja grandes columnas de humo negro. Esto viene ocurriendo desde hace cuatro
días".
"Personas que llegan de caseríos próximos al volcán, dicen que está
cayendo sobre esos poblados gran cantidad de ceniza y arena. De noche las erupciones del volcán son
imponentes, es un verdadero cosmorama. El Cerro del Arenal es un volcán apagado
desde hace cien años y ahora abre nuevo cráter que está en ignición"
"La laguna situada al pie del Cerro Arenal se ha desbordado desde
hace varios días. El río Arenal nace en
esta laguna. Esta tiene ahora 12 km de
longitud por 8 de anchura."
"Los vecinos próximos al Arenal dicen que desde hace quince días
vieron las primeras erupciones volcánicas del Cerro. Según ellos, nunca se había visto nada semejante
de cuando en cuando levanta bocanadas de humo, unas veces en columna que eleva
a gran altura, otras las esparce en la cúspide del mismo cerro, dando un bello
espectáculo".
"Los principales temblores han ocurrido los días catorce, dieciséis
y diecinueve. El río S. Carlos estuvo
crecidísimo del 10 al 14 arrastrando bananales y poniendo en cuidado a los
moradores".
Y días después, como ampliación a las ya publicadas noticias
periodísticas, aparece:
Diario de Costa Rica, Primera plana,
miércoles 25 de octubre, 1922:
"El Cerro Arenal
sigue en erupción, tembló el lunes en la noche"
"Sigue dando por las noches un espectáculo grandioso al lanzar
grandes columnas de humo acompañadas de resplandores. Avisan de Florencia y Buena Vista que en esos
lugares tembló fuerte el lunes en la noche.
La comisión de Ricardo Aguilar no ha regresado".
Estas son las últimas noticias que aparecieron del fenómeno, pues no se
encontró ninguna otra referencia en los diarios del país al respecto, ni ningún
otro comentario o nota en los folios inéditos del Prof. José Fidel Tristán.
Comentarios de Soto y Alvarado
Las descripciones hablan por sí solas, más aún si se les compara con la
actual fase eruptiva con lances de cenizas, incandescencia nocturna, temblores
en ciertas épocas, y posibles lahares.
Desgraciadamente, nunca llegó a salir publicado el informe de la
comisión investigadora, por lo que se carece de un comunicado de prensa
directamente emanado por observadores ubicados al pie del volcán.
DISCUSION
Y CONCLUSIONES
Hasta hace
varios años hubiese resultado inconcebible el dar cabida a la idea de que el
Arenal hubiera estado activo a principios de siglo, dada la ausencia de
documentación y a la espesa vegetación que cubría su cráter cuspidal, a juzgar
por las fotografías aéreas, narraciones de testigos y escritos. La primera ascensión documentada al volcán
Arenal fue el 24 de febrero de 1937 (Trejos, 1959), tan sólo 22 y 15 años
después de la supuesta actividad de 1915 y 1922. Sin embargo, nuestra experiencia a lo largo
de más de diez años (era 1993, pero lo autores trabajaron en el área más de 20
años) en esta región de clima tropical lluvioso, nos indica que una vegetación
boscosa espesa puede desarrollarse en diez años con árboles y arbustos de
consideración (tabla 1), en particular sobre depósitos volcánicos
inconsolidados (tefras) de composición intermedia, y menos rápidamente, pero aun
así en forma sorprendente, sobre las recientes lavas en bloques (colonización
de 16 nuevas especies en 25 años, con árboles de hasta 6 m de altura: cf.
Vargas et al., 1993).
Además,
bajo las condiciones de pluviosidad a que es sometida esta zona del país, los
depósitos de cenizas de algunos milímetros o aun centímetros de espesor, pueden
ser barridos fácilmente en pocos días o semanas, de modo que los pocos restos
que queden, son rápidamente mezclados con el suelo y se borra cualquier
evidencia de erupción. Carecemos de más
elementos de juicio (v.gr.: fotografías, reportes orales de testigos de
las erupciones, el informe de la comisión de 1922) para aseverar que dichas
actividades eruptivas efectivamente ocurrieron, pero conforme nos hemos ido
adentrando en el pasado eruptivo del Arenal, éste resulta ser cada vez más
sorprendente y activo, que lo que se había supuesto en años anteriores.
En conclusión, podemos tomar como
supuesta la erupción de febrero de 1915, y casi como un hecho la de octubre de
1922 en el Arenal, en vista de las testificaciones documentales a que nos
hemos referido. Quedan, no obstante, sin respuesta las preguntas sobre las
características eruptivas, magnitud y mecanismos, áreas afectadas, duración, y
otros, aunque con gran probabilidad fueron de pequeña magnitud. Esto nos conlleva a considerar el Arenal como
un volcán mucho más activo en función del tiempo, de lo que hubiéramos supuesto
hace un lustro, y a considerar la actividad biorregenerativa en esa zona, como
de una alta velocidad.
AGRADECIMIENTOS
A don Oscar Tristán, hijo del insigne investigador don José Fidel
Tristán, quien, al poner en nuestras manos material inédito y recolectado por
su padre a principios de siglo, nos suplió algunos recortes de periódico casi
inconseguibles y olvidados. A Luis
Madrigal (Oficina de Sismología y Vulcanología, ICE), quien nos ayudó en el
trabajo de búsqueda en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional.
REFERENCIAS
Borgia, A., Poore, C., Carr, M.J., Melson, W.G. &
Alvarado, G.E., 1988: Structural, stratigraphic, and petrologic aspects of the
Arenal-Chato volcanic system, Costa Rica: Evolution of a young stratovolcanic
complex. Bull. Volcanol., 50:86-105.
Fernández, R., 1920: En busca de un nuevo volcán. Revista de Costa Rica, I,(II):325-333.
Melson, W.G. & Sáenz, R., 1973: Volume, energy and
cyclicity of eruptions of Arenal Volcano, Costa Rica. Bull. Volcanol., 37-3:416-437.
Trejos, J.F., 1959: Geografía de Costa Rica. Imprenta Universal, San José, 347 pp..
Vargas, G., Cortés, V. & Zúñiga, W., 1993: Evolución de la dinámica
vegetal entre 1985 y 1993 sobre las lavas recientes (1968-92) y flujos
piroclásticos (1968) del Volcán Arenal. Bol. Obs.
Vulc. Arenal, 5(9-10):31-51, 1992.
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