martes, 4 de junio de 2024

Terremoto del 24 de agosto de 1853

 

Terremoto del 24 de agosto de 1853

Parte oficial publicado en el periódico oficial la Gaceta el 17 de setiembre de 1853

 

Gobernación de la Provincia del Guanacaste. Sr. Ministro de Gobernación. Guanacaste, Setiembre 11 de 1853.

 

Según datos que ha adquirido esta Gobernación y los detalles comunicados por el Jefe Político del Cantón de Bagaces, los estragos hechos por el temblor de 26 de Agosto último (esta fecha es la que dice el parte oficial) en la Villa de Cañas fueron de bastante consideración, pues no solamente se destecharon todas las casas enteramente, sino que también cayeron algunas y las demás quedaron desplomadas. Sin embargo, aquellos vecinos desecharon la oferta que les mandó hacer esta Gobernación de trasladarse a Bagaces a ocupar las casas públicas que existen allí y otros alojamientos que se les había mandado preparar para que pasasen allí los meses restantes de inverno; pero ellos prefirieron reparar en lo posible las casas que no habían caído, aprovechándose de la construcción que es de horcones y las volvieron a cubrir de nuevo en la parte que pudieron con la teja que había quedado sin romperse, y según han manifestado, se hallan ya establecidos otra vez en sus casas.

 

La comisión que fue a explorar el cerro llamado el “Pelado”, que se supone que era el que había hecho la explosión, regresó después de haber examinado aquel cerro, y según sus investigaciones, se ha sabido que no era allí el origen de los temblores, porque no se encontró ningún vestigio de erupciones, y habiéndose internado los miembros de la Comisión sobre la cordillera advirtieron que hacia el Este se divisaba un pequeño cerro a poca distancia del volcán Tenorio, y que de este se elevaban grandes humaredas de diferente: también observaron la destrucción de una parte de montaña y grandes oquedades de la tierra que se había abierto en grietas.

 

El ocho del corriente se repitió otro movimiento de tierra bastante fuerte, pero ya no ocasionó estragos en aquella Villa y aunque sigue temblando casi todos los días, es con menos violencia: sin embargo no dejan de quedar atemorizados aquellos vecinos.

 

Dígnese usted elevar lo expuesto al alto conocimiento de su excelentísimo el Sr. Presidente, y aceptar las protestas de alto respeto con que me suscribo de usted su atento servidor. Dios guare a usted.

 

Rudecindo Guardia 

 

 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio