El terremoto del 3 de marzo de 1882

Terremoto del 3 de marzo de 1882

EL TERREMOTO DEL 3 DE MARZO DE 1882

El día 3 de marzo de 1882 a las 7:48 a.m., ocurrió un terremoto que cuasó daños en Grecia, Alajuela y San José. Peraldo y Montero le asignan una magnitud de 7,0 y una profundidad de 30 km y lo localizan en la costa pacífica, muy cerca de Quepos.  Aquí les transcribo los reportes que salieron publicados en algunos periódicos de la época.

El Mensajero, San José, marzo 3 de 1882, número 49

Hoy a las 7 horas, 48 minutos de la mañana se sintió en esta capital y aún pudiéramos decir que en  todos los pueblos de la República, uno de los temblores más fuertes de que tengamos memoria. Tan brusco sacudimiento, causa de pavor y de gran alarma para la mayoría de las gentes y de escenas cómicas representadas por la población dormilona a que el temblor sorprendiera en tranquilo sueño. Duró 41 segundos, tuvo dirección del NE al SO y fue de oscilación. 

Aún no conocemos todos los pormenores de los efectos que causara en las casas y edificios públicos; pero si sabemos que muchas de las primeras han sufrido deterioros más o menos grandes hasta el grado de quedar algunas inhabilitadas, y que los templos de la Catedral y la Merced, presentan a la vista algunos desperfectos. A este propósito creemos necesario que la policía nombre una comisión de personas competentes en la materia, para que haga un examen escrupuloso del estado en que se encuentren los edificios públicos, para que en el caso de que amenacen ruina, sean tomadas oportunamente las medidas necesarias para evitar cualquier catástrofe que en ellos más pudiera acontecer.

No ha ocurrido ninguna desgracia personal, según estamos informados, que tengamos que lamentar. Son las 12 medio día y en estos mismos momentos sentimos otro ligero temblor.

El Ferrocarril, Año X, número 432, marzo 5 de 1882

Terremoto. Poco después de las 7 a.m. del 3 del corriente, se sintió en esta capital un fuerte temblor, que no pudo menos de causar una gran alarma. Todos marchaban en confusión y desorden en busca de un sitio que pudiera dar alguna seguridad al individuo. De los edificios públicos, la Catedral sufrió una rotura en la torrecita del medio, algo en el pórtico del lado derecho, y una grieta en la orilla del lado izquierdo de la portada. En la Iglesia de la Merced se fracturó la torrecita del lado izquierdo; algunas casas se han desplomado y sus grietas son considerables. Varias vinaterías y boticas han tenido pérdidas de alguna consideración. El diario Oficial trae telegramas de las Provincias, pero el más alarmante es el de la villa de Grecia, cuya Iglesia ha quedado enteramente inutilizada. Los temblores han continuado por la noche y en la madrugada del 4. Se supone, por los efectos que ha causado principalmente en la Provincia de Alajuela, que provienen del volcán llamado “Poás”.

Diario Oficial La Gaceta, 4 de Marzo de 1882, Número 1209

Secretaría de Fomento, N°35.

Honorable Señor Ministro de Fomento.

Superintendencia de la División Central del Ferrocarril de Costa Rica, San José, marzo 3 de 1882.

Honorable Señor:

Inmediatamente que concluyó el temblor de hoy, telegrafié inquiriendo y dando instrucciones por lo que pudiera haber ocurrido en los departamentos del Ferrocarril, y hasta ahora solo el techo de la estación de Heredia ha sufrido algo, que quedará reparado mañana. Al mismo momento ordené hacer parada, y examen de los puentes, antes de pasar los trenes, los cuales han vuelto sin novedad. Salgo ahora mismo a examinar el puente Virilla y oportunamente le daré cuenta. Soy de US.H. muy att° servidor, Manuel Dengo.

Secretaria de Fomento N°36. Honorable Señor Ministro de Fomento, San José, marzo 3 de 1882.

Honorable Señor:

En este momento (2 p.m.) regreso de examinar minuciosamente los puentes del ferrocarril, y no encuentro absolutamente ningún daño visible que haya sido causado por el temblor de hoy, por consiguiente están en buen estado. Lo que tengo el honor de comunicarle para su conocimiento. Con toda consideración me es grato suscribirme de US. H. su atento Servidor, Manuel Dengo.