EL TERREMOTO DE FRAIJANES DEL 1888 Y EL SISTEMA DE FALLAS DE ALAJUELA, IMPLICACIONES DEL PELIGRO SISMICO POTENCIAL PARA EL VALLE CENTRAL OCCIDENTAL
EL TERREMOTO DE FRAIJANES DEL
1888 Y EL SISTEMA DE FALLAS DE ALAJUELA, IMPLICACIONES DEL PELIGRO SÍSMICO
POTENCIAL PARA EL VALLE CENTRAL OCCIDENTAL
Luis Diego Morales, Walter
Montero, Rodolfo Madrigal, publicado en la Revista Geográfica de América
Central, números 25 y 26, I y II semestre de 1992
El estudio
geológico estructural y morfotectónico de la región de la región al norte de la
ciudad de Alajuela, muestra una serie de fallas, estructuras volcánicas y
alineamientos que pueden ser correlacionados con el terremoto de 1888, o bien,
ser nuevas fuentes sísmicas, siendo la falla de Alajuela la alternativa más
viable para el origen del terremoto y una depresión 1,5 km al este de
Fraijanes, la probable área epicentral. Los datos obtenidos de los
informes y periódicos de la época permiten estimar el patrón de distribución de
las isosistas del terremoto del 30 de diciembre de 1888 y calcular junto
con otros datos microsísmicos y a partir de relaciones empíricas, los
parámetros sísmicos (profundidad, epicentro, magnitud, intensidad,
aceleración). El terremoto de Fraijanes demostró hace casi un siglo ser
muy destructivo, y hoy día con el aumento de población e infraestructura en la
región, el grado de vulnerabilidad es mayor y por consiguiente el aumento del
riesgo sísmico.
La región de Fraijanes, localizada 15 km
al norte de la ciudad de Alajuela en la cuenca superior del río Poas, entre las
fallas sur y oeste del macizo volcánico de Poás y del Barva, respectivamente,
fue el escenario epicentral de la violenta sacudida generada por el terremoto
de las 4 horas y 12 minutos de la madrugada del 30 de diciembre de 1888,
causando destrucción de viviendas, tumbando árboles, agrietando el terreno,
desencadenando deslizamientos que destruyeron potreros y viviendas, obstruyendo
caminos y represando los ríos, por los cuales descendieron posteriores
avalanchas. La sacudida sísmica afectó los poblados vecinos de San Pedro de la
Calabaza (hoy San Pedro de Póas), Sabanilla, Santa Bárbara y a las ciudades de
Alajuela, Heredia y San José, causando en dichas poblaciones y ciudades de
Alajuela, Heredia y San José, causando en dichas poblaciones y ciudades
cuantiosos daños por la destrucción de viviendas y edificios.
Fue este el primer terremoto en ser
registrado por los sismógrafos instalados en ese mismo año en el recién fundado
Observatorio Meteorológico Nacional, bajo la dirección del notable científico
Dr. Henry Pittier, tan solo un año después que fueron instalados los dos
primeros observatorios sismográficos permanentes del hemisferio occidental en
California.
El desarrollo agropecuario de la región,
con un fuerte impulso en cultivos de exportaciones no tradicionales, obras de
infraestructura y líneas vitales como carreteras, acueductos o cañerías,
tendido eléctrico y telefónico, con un notorio crecimiento de la población
rural, en un entorno volcánico de suaves a fuertes pendientes, donde hace casi
un siglo, la súbita liberación de energía en una fuente sísmica superficial,
causó severos daños, justifican la necesidad de conocer y evaluar la amenaza
sísmica de la región, para procurar minimizar el riesgo, ante la ocurrencia
potencial de eventos futuros.
Determinar cuál fue la fuente sísmica y
las características geométricas de la ruptura donde se originó el terremoto de
Fraijanes, entra posiblemente en el campo especulativo, dado que la información
macrosísmica relativa a ese evento y las observaciones de campo realizadas para
el mismo, no conducen a evidencias concretas de ruptura en una falla conocida.
A lo anterior se agrega el aún escaso conocimiento que se tiene del fallamiento
activo de esa región, ya sea a través de cartografiado geológico o de la
actividad sísmica. Considerando lo anterior, consideramos que de acuerdo con
las fuentes tectónicas analizadas, la más probable fuente donde se pudo
originar el terremoto de Fraijanes es la falla de Alajuela.
El escarpe de Alajuela con una altura de
entre 100 y 150 metros que limita el borde sur de la Cordillera Volcánica de
Guanacaste Central en su sector centro oeste, ha sido considerado por
diferentes autores como de origen tectónico, aunque otros orígenes también han
sido planteados en la literatura. Borgia y otros, plantearon que el escarpe de
Alajuela que se extiende por una longitud de 24,5 km (Fig. 1), considerando las
sinuosidades, corresponde al flanco empinado delantero del pliegue asociado a
una falla detachment de propagación, que ha sido originada por el colapso
gravitacional del flanco sur de ese sector de la Cordillera Volcánica, inducido
este proceso por los esfuerzos generados por la presión magmática y los
procesos de formación de calderas que se han presentado sobre el eje de la
Cordillera, como ha ocurrido en el volcán Poás. Estos procesos han tenido lugar
posiblemente en los últimos 50 000 años. El modelaje del pliegue asociado a la
falla, propone que el desplazamiento en la falla debe ser entre 100 y 150 m y
que la profundidad de la falla debe estar entre 600 y 700 m bajo el nivel del
terreno. Lo anterior sugiere que la falla es una
fuente capaz de generar un evento del tamaño del ocurrido en 1888.
Fig.1: Características geomorfotectónicas al norte
de la ciudad de Alajuela. Se muestra el epicentro propuesto y las fallas tectónicas
más importantes.
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Una característica notoria de la
actividad sísmica asociada con el terremoto de Fraijanes es la secuencia de
precursores-temblor principal-réplicas, la cual ha sido observada también para
los terremotos de Sarchí-Bajos del Toro, lo cual parece estar relacionado con
la heterogeneidad de los materiales volcánicos y en donde la distribución
espacial de los esfuerzos aplicados no son uniformes, o bien la zona está muy fracturada. Por lo tanto, el tipo de secuencia presentado, puede ser usado como
criterio para prever la ocurrencia de un evento mayor en el futuro, pues la
actividad está precedida por varios días de actividad sísmica con eventos
pequeños a moderados, pasándose luego al temblor principal acompañado de un
fuerte evento precursor, y posteriormente las réplicas que se continúan por
varios meses hasta disminuir considerablemente en número y en tamaño. Sin
embargo, debe recordarse que los enjambres de 1980 en el Poás y el 1982 en Vara
Blanca, no generaron ningún evento mayor, por lo que hay que ser muy cautos con
ese tipo de secuencia.
Pittier (ver la nota técnica en este blog),
informa que la violenta sacudida sísmica causó estragos en una zona comprendida
entre el Desengaño, río La Paz, Fraijanes, encontrándose todas las filas
resquebrajadas, muchos árboles tumbados, derrumbes muy frecuentes y en Fraijanes
casi no hay una casa que haya resistido. Los daños se extendieron por San Pedro
de Poás, Sabanilla y Santa Bárbara, causó destrucción parcial en viviendas y
edificios de las ciudades de Alajuela, Heredia y San José. Sufrieron daños las
iglesias, catedrales de Alajuela y San José, la de Santa Bárbara, San Rafael de
Heredia y la de Alajuelita.
Por los daños que acusó el terremoto, se
le asignó una magnitud local de 5,8 y corresponde con una sísmica superficial
(12,5 km) que se pone en evidencia por su área epicentral en correspondencia
con una depresión geomorfológica de apariencia circular situada 1,5 km al este
de la población de Fraijanes , y con una extensión aproximada a los 2 km2 (Fig. 2).
Fig.2: Mapa con curvas de nivel donde se muestra la
depresión geomorfológica propuesta como el área epicentral del terremoto de
1888.
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La
distribución de las intensidades es consistente con un movimiento de una falla
tipo detachment tal como ha sido sugerida por Borgia y otros. Los esfuerzos de tracción inducidos por esa falla podría explicar la generación de
deslizamientos en la parte alta cerca del eje de la Cordillera Central, sector
centro oeste. El patrón de las isosistas de intensidad
(Fig. 3) se muestra una clara tendencia que se orienta hacia el sur de
Fraijanes, en correspondencia con un probable movimiento inverso de bajo ángulo
en la propuesta falla de Alajuela, lo cual afecta notoriamente a las ciudades
que se ubican el sur de ella. En el recuadro de la figura se muestra un gráfico
que representa la atenuación de la intensidad (MM) con la distancia, observándose
que hasta una distancia aproximada de 30 km con rumbo SE desde la fuente
sísmica de Fraijanes, se produjeron daños significativos por la sacudida
sísmica.
Fig. 3: Mapa de Intensidades Mercalli Modificada
para el terremoto del 30 de diciembre de 1888.
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La naturaleza superficial del foco
sísmico, las dimensiones y el tipo de movimiento durante el desplazamiento de
la falla, son capaces de generar una violenta sacudida con intensidades máximas
(MM) de VIII a IX grados, lo cual puede corresponder con aceleraciones de hasta
50% de la gravedad en la zona epicentral. Aunque la energía sísmica se atenúa
con la distancia, la fuerza de la sacudida puede causar daños moderados a
distancias de hasta 30 km, lo cual incluye a las ciudades y poblaciones de
Alajuela, Heredia y San José.
Etiquetas: El terremoto de Fraijanes de 1888, Falla de Alajuela, Luis Diego Morales, Rodolfo Madrigal, Walter Montero
1 comentarios:
Muchas gracias por rescatar este valioso material. Ahora vamos con las pilas cargadas y nuevas perspectivas e instrumentos luego del taller en Querétaro. Esto nos servirá mucho !!!. Allan
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