domingo, 3 de noviembre de 2013

El Terremoto en Nicoya del 22 de junio de 1900



El Terremoto en Nicoya del 21 de junio de 1900

Es poca la información que hemos recopilado sobre los efectos de este terremoto. En la edición número 363, Año IV, del domingo 24 de junio de 1900, periódico El Pacífico menciona lo siguiente:

El temblor del jueves

Principió a las 4 p.m. con movimiento ondulatorio en dirección NW-SE, aumentando gradualmente por espacio de 14 segundos, al cabo de los cuales alcanzó su mayor intensidad, decreciendo después por espacio de 57 segundos. Se sucedieron imperceptibles movimientos hasta la 6:35 p.m., acentuándose cada vez más estos; pero con dirección casi de occidente a oriente.

Portada del periódico El Pacífico

A las 9:40 hubo nuevo sacudimiento de corta duración, combinándose los dos movimientos, ondulatorio y de trepidación, al final. En el intervalo de 24 horas se han contado como 14 sacudidas de muy pequeña duración y de intensidad mínima.

La dirección de la onda, el intervalo algo prolongado y la oblicuidad de estas respecto a la normal, nos hace sospechar la gran distancia a que debe encontrarse el foco de este sacudimiento. Al pánico natural que produjeron los temblores, se agregaba el temor a las olas del mar. Recordamos que en el terremoto de Lisboa del año 1755, una ola de 60 pies de altura barrio por sos veces los escombros producidos por el terremoto. Nosotros creemos de todo punto imposible una catástrofe semejante aquí, por la posición de Puntarenas, pequeña lengua de arena encerrada entre la Península de Nicoya y tierra firme, precisamente en la boca del Golfo. Ahora, el curso de las ondas vibratorias que tengan su origen en cualquier punto del continente deben propagarse en la dirección del mismo o transversalmente, y en todo caso, estaría resguardado por la extensa Península de Nicoya que prolongándose de NW a SE, le sirve de poderoso malecón.

La construcción de las habitaciones de este puerto, de tablas todas, y el piso de arena sobre que están edificadas, que no presenta ninguna resistencia a la marcha del sacudimiento, son segura garantía para los que temen ser tragados por el temblor.  Sin embargo, los temblores del jueves ocasionaron daños en varios establecimientos. La botica del Dr. Samuel F. Ruíz sufrió mucho: se calcula en cuatrocientos pesos la pérdida.

Jose Fidel Tristán menciona en los Anales del Centro de Estudios Sismológicos de Costa Rica, Año 1912 menciona lo siguiente:

“El 21 de junio de 1900 se sintió en la costa del Pacífico un larguísimo temblor. En el libro del señor Licenciado González Víquez (pag. 96) se encuentra la lista de temblores registrados en el Observatorio Nacional. Con los pocos datos que en aquella época registraba la prensa nacional y varias notas que recogí en mi excursión al Guanacaste en enero y febrero de 1912, he creído conveniente hacer un corto estudio.

En los días anteriores al 21 de junio se habían sentido en varias partes del Guanacaste pequeños temblores. El 21 a las 3 de la tarde, se sintió un violentísimo remezón, sumamente largo. Algunos ancianos de Nicoya aseguran que nunca habían sentido un temblor más largo ni más fuerte. El momento en que se sintió la violenta sacudida, era la hora de la comida. Los trastos de cocina, ollas, cazuelas y calderos, saltaron de los tinamastes y rodaron por los fogones, quebrándose muchos de aquellos, de tal modo que muchas personas no pudieron comer. Y minutos después otra sacudida aunque no tan fuerte como la primera, aumentó el pánico y la gente dispuso pasar la noche en las calles y plaza pública. En el Observatorio Nacional se registraron hasta 11 y 22 minutos del 22, 12 temblores, 4 de ellos bastante fuertes, pero en Nicoya sintieron más, especialmente en la noche del 21. Unos minutos después del temblor, se notó una gran cantidad de pájaros, que asustados por el movimiento brusco de las ramas de los árboles volaron en todas direcciones. En la mañana del día siguiente, las aves, todavía asustadas, se detenían en las ramas por corto tiempo, para seguir el vuelo.

Duró este periodo sísmico casi dos meses. Faltan datos exactos sobre los lugares más dañados; se sabe sin embargo, que el primer temblor se sintió en toda la costa del Pacífico. En Alajuela, Heredia, San José y Cartago fue bastante largo y fuerte.

En Filadelfia, la Iglesia se dañó seriamente y gran número de casas quedaron sin techo. En Puntarenas los daños materiales fueron de consideración. Sin poder afirmarlo, el epicentro del este temblor fue muy lejano y profundo su origen. Se me aseguró que se oyeron muchos retumbos pero que todos ellos venían del Rincón de la Vieja. No hay noticias, sin embargo de que este volcán hubiera manifestado una actividad mayor. Las noticias recogidas personalmente en la Hacienda Guachipelín, al pie del mismo volcán, lo confirmaron.
  
Áreas de ruptura de los terremotos en Nicoya desde el año1900.

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